Me voy porque te quiero.
Y aunque no entiendas porqués, ni razones, ni hagas duelo
este corazón que se me escapa, que de grande, late tanto como abarca
se declara en huelga de amores de espinas en pétalos forrados
me dice que se raja...
y me deja solo y descorazonado.
Le insto a que vuelva, (recordando mejores tiempos pasados)
y nada... Se niega en rotundo, dice que está cansado.
Que se siente inútil, que no quiere latir si no es a tu lado.
que te deja en herencia, (el corazón lastimado)
la paz que mereces, te regala el mundo y sus desquiciados
los que traen espina y los que no hacen daño.
Que te diga, dice, que no te ha olvidado
que perdona y recuerda cada paso dado,
cuando aún tenía foco en tu escenario
cuando copaba las páginas de tu diario
cuando era compañero y no presidiario.