¡¡¡Ayyyyyy carajooooo!!!! ¿A que al final va a ser verdad que podemos??
Aún tengo el corazón desbocado y las tripas reubicándose. Me vengo al ordenata y tengo que abrir la página de "Marca" para comprobar que es cierto, que no sueño mi vida, que vivo mi sueño, que estamos en semifinales.
Y ha costado eeehh!!. Que mira que hemos tirado veces y nada. Que no había forma de hacer un gol. Balón al poste tras tocar el portero, dos penaltys (por lo menos) escamoteados... Pero ahí estaban mis muchachos derrochando garra. Ese Silva lanzado al ataque, ese Senna recuperando balones y repartiendo con criterio, ese Villa que (muerto que estaba muerto) hay que tener en el campo hasta el final, ese Casillas (perdóname Vicente Calderón), con aureola de gala, más santo y más grande que nunca, (que paraba penaltys y todo joooo).
Y ahí estaba, en el bar, donde se deben ver los partidos "gordos". Con el abuelo de coloretes a un lado y al otro el expresidiario con su tatuaje de la muerte, con una mano sujetando su guadaña y en la otra mano el índice que te señala acusador. Pero no es el día la digo. Que hoy no me tocaba. Y esta semana también me viene mal, que el jueves nos vemos las caras otra vez con los rusos y a esos ya les metimos cuatro en la primera fase. (Me conformo con uno vaale). Así que ya puede esperarme la señora. Mil disculpas.
Y otro chupito. Y que no llega el gol. El Lama (que es un monstruo) voceando en los auriculares cuatro segundos antes de que la españa de mi bar pudiese ver en la tele qué había ocurrido. Yo ya tranquilo que se que la pega fuera. Y un cigarro (vale si, confieso, mañana lo dejo otra vez). Y otro penal birlado.
Así escapan los minutos desgranándose despacito, que hay que ver que miedo dan los italianos. Y como manejan los tiempos. Hasta el pitido final, la prórroga y por fin los penaltys.
Fuera. Que nos veo fuera. Y ahí están mis chicos abrazados y el Sr Lama en mis dos orejas a lo que da el volúmen del móvil. Y gooollllll!!!! goollll de Villaaaaa!!!. Y el bar que se me queda mirando, que Villa aún no la pegó.
Ahora si.
Los cuatro segundos de anticipo. Luego nos marca Grosso (qué buen partido hizo connio) y Cazorla pone el 2 a 1. Y ahí está De Rossi y Casillas en plan Rappel y se me escapa otra vez ¡¡¡ssseee loo paraaaa!!!. Y el bar absorto. Que el italiano no la pegó pero ya lo saboreo.Y ahí va el brazo en plan Nadal. Silencio en el bar y miro de reojo y ochenta ojos clavados en mi. ¡¡¡Goooolll de Sennaaa¡¡¡.
Y ya si,
ya se oye el rascar de gargantas y Senna que aún no la ha golpeado.
Luego ya el 3-2 de Camoranesi. El fallo de Güiza (que lanzó fatal). Y de nuevo San Iker Casillas metiendo las manos al mundo, amarrando el globo de los sueños por el cordel. Y esa carita que se le queda a Di Natale. Y ahí viene Cesc. Y cierro los ojos, que no quiero saber nada del mundo, que me encierro a solas con Lama. Dilo. Dilo Lama. Y ahí está, obediente él. ¡¡¡Goooolllllllll!!!! Y el bar en pleno cantándolo y en la pantalla Fábregas que no arrancó.
Guaauuu. Que desde aquella vez con Arconada la historia estaba un pelo en deuda con nosotros. Pedro, el del bar me pone otra copa. Pero ya no. Ya no me entra. Que tengo que salirme a la calle y levantar los brazos al cielo, y escuchar las tracas y los claxon pitando. Y en la puerta me sujetan del brazo, me giro y la rubia de la mesa redonda me da dos besos y me dice "gracias". Ni respondo. Que estoy en una nube y tengo que salir a la calle y respirar la pólvora y gritar tapando los claxon.(¿¿gracias por qué??, dáselas a Lama) pienso mientras camino hasta casa, "de puntillas, por no romper el hechizo".
Ahora a saldar deudas. Que hice un par de promesas y me toca cumplirlas. Y a disfrutar de esto, que nos queda hasta el jueves para seguir creyendo.
¡¡Vamos España!!.
Que igual si, igual esta vez podemos.
